Al amanecer,
la oscuridad se posa en la repisa de la ventana. El viento le trae la calma, a
pesar de estar el cristal cerrado y no tener corazón. Quizás ella tampoco
escuchaba a su pecho latir… A pesar de que latía.
¿Si no ves
el mundo “normal”, es que estás ciega? Si ser ciega le daba ese tono de miel al
iris de sus ojos, así lo prefería ella. Una mirada dulce para alguien cuya
lengua carece de papilas gustativas. La dulzura es absoluta si se percibe con
los 5 sentidos, y no sólo con uno, ¿no?; pensaba ella.
Escribir ya
no vale, no hay más. Sentir ya no vale, no hay más. Vivir ya no vale, yo no
quepo.
Es ser de
otro lugar y vivir aquí. Sentir el calor que los demás sentís pero diferente,
percibir la ternura ajena pero de forma diferente. ¿Si amo a la Luna más que a
mi vida es que estoy loca?
Su luz… No
entiendo porqué ella, a pesar de tenerlo todo en contra, sigue intentando
alumbrar la noche. ¿Alguien conoce una fuerza de voluntad más grande que la de
la Luna? De mayor quiero ser como ella.
La eterna
sensación del sollozo de un mar lejano atado a un susurro de luz, tenue. Atardecer…
Creo que vuelo por donde antes otros han andado. La magia existe si esto que
soy es real; la realidad existe si lo que me hace ser es magia. El aleteo de un
ave que vuela muy alto, tanto, que la fuerza por seguir subiendo le arranca una
pequeña pluma que se aleja sin ser vista por su dueño. En el momento en que el
viento la mece, sin peso, sin haber sentido más que el vacío, en el instante en
que el sol la atraviesa y la hace más nívea de lo que ha sido nunca. Eso. Eso
soy, me siento, estoy.
Caigo sin pensar
y muero sin saber que estuve viva. El azul inmenso es lo único que me envuelve,
¿sentirán también los demás que la verdadera y más pura piel que nos cubre es
el cielo? No sé más de lo que veo y no veo más de lo que sé: Que todo es
celeste, que el viento es mi sangre y que el sol es el faro de albor y pasión
en éste océano azul de vida que, hasta ahora, me ha rodeado siempre; yo soy
todo eso en dos minutos. Pero caigo y me alejo, como los recuerdos de lo que un
día fui y no volveré a ser.
Y ahora que
estoy en el suelo a punto de morir entre marrón y gris, llorando abrumada por
este aire espeso, envenenado; empiezo a entender porqué duele tanto el tiempo.
Es entonces
cuando un atisbo de esperanza en forma de remolino me hace recordar: Si aún me
queda sangre, ¿por qué no me impulsa de nuevo hacia mi amado azul infinito?
…
Aprendí que
una vez que bajas, subir significa existir.
.amulp anu yos
oveun eD
Por un momento he pensado que la última frase era élfico. Cuando mi frikismo me ha abandonado me he imaginado a esa chica preciosa escribiendo en un espejo.
ResponderEliminarNo es de estar locos, el problema es el de siempre, vivir entre locos y soportar la ignorancia de los que ignoran las verdaderas grandes cosas (como nuestro único satélite).
Me ha molado, señor que intentaba derrocar mi puesto en Alemania xD
Gracias señorita Cath!! ^^
ResponderEliminar(Pero que sepas que Alemania algún día volverá a ser mía) :P